Tasting The Almighty
Como el Mana que cayó del cielo trajo el sabor de vida en el desierto, así el pan de vida que descendió del trono de Dios, nos dio a saborear la vida eterna. No podremos realmente disfrutar a Dios hasta que personalmente lo hayamos saboreado. El aprendizaje experiencial y nuestra experiencia con él, indiscutiblemente nos llevan a esto. Todo el conocimiento que podamos poseer acerca de Dios no nos podrá acercar a Dios en la manera que Su toque personal lo hará.
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